domingo, 13 de octubre de 2013

DIARIO DE VIDA DE PAPELUCHO - ANALISIS

Todo transcurre en el internado donde Papelucho se encontraba. Papelucho resultaba ser el mejor en dar saltos de su clase, de hecho, soñaba ser “Campeón Mundial de Saltos” hasta que un día salto mal y callo, desmayándose y quebrándose una pierna. Debido a esto y a la coincidencia que tenía con semana santa Papelucho se fue a su casa en donde era el niño mas consentido.
A raíz del accidente Papelucho se sintió identificado con Arturo Prat, por que decía que los dos saltaron confiados y cuando llegaron al otro lado no se acordaban de nada más, pero la diferencia estaba en que Prat había muerto y el no.
La mamá le regalo un libro a Papelucho el cual tenia muchas ganas de leer, y como toda madre decidió hacer compañía a su hijo pero a Papelucho le molesto mucho por que se ponía a hablar por teléfono con sus amigas.
Un día en que Papelucho se encontraba muy aburrido por que tenia que estar en cama, su cama era el mundo e invento un juego con ella. Su madre al encontrarlo jugando lo reto por que tenía el yeso mojado y decidió llamar al médico para que le explicara las consecuencias que esto podría tener, Papelucho no entendió lo que eran las consecuencia, pero después sintió mucho dolor y supuso que eran las consecuencias.
Ambientación
Como ya mencionamos antes es muy difícil dar una sola descripción en el caso de ambientación puesto que en este “Diario de Vida” Papelucho narra muchas de sus aventuras y en muchos lugares, como cuando esta en la playa, en el campo o en Santiago.
En el lugar que mayor tiempo paso Papelucho es el internado donde se encontraba contaba junto a su hermano Javier, en un principio no quería estar hay pero después se hizo amigo de Ugarte, Fidel Ríos, Chato Espiñeira, Cifuentes, Urquieta, y su más fiel amigo Gomez.
No existen muchas descripciones del internado, solo nombra en algunas oportunidades que es un lugar muy grande, con un dormitorio muy grande y para todos los niños, lo que más le gustaba a Papelucho era que las comidas eran muy ricas.
Personajes secundarios:
Sus padres: no tenían mucha paciencia con su hijo y no se acostumbraban que su hijo fuera tan sencillo, ya que ellos vivían mucho más preocupados de su vida social, eran gente adinerada.
Domitila: era la asesora del hogar y era la única que consentía a Papelucho. Lo regaloneaba mucho y Papelucho siempre buscaba un refugio en ella.
Mamá Adela: vecina de Papelucho, ya avanzada de edad. Quería muchísimo a papelucho por que le recordaba mucho a su difunto hijo Miguelito. Ella le obsequiaba dulces, libros, buques, lo invitaba a salir y le daba mucho amor.
Padre Carlos: era el director del internado, encargado en imponer orden. Por esto mismo castigo varias veces a Papelucho.
Gomez: se hizo amigo de papelucho cuando este cobraba por hacer las tareas de los demás. Gomesz no le quería pagar los 90 pesos así que Papelucho le pego y resulto que al final resulto siendo el mejor y más fiel amigo de Papelucho.
Chato Espiñeira: era un amigo que hizo Papelucho en el internado, él era el jefe de obra en unas excavaciones que estaba haciendo en el patio del internado. Pero como Papelucho era tan inocente no se dio cuenta que el Chato era un ladrón, y le pidió que a cambio de unas ojotas que le había prometido Papelucho, él le tenía que dar las llaves de la bodega y robo unos candelabros de plata, unos floreros y una lámpara.
Personaje Principal:
Papelucho: protagonista y narrador de la obra, de 8 años de edad, en el texto no sale una descripción física de el, pero por lo que sale en el dibujo podríamos decir que es un niño flaco de pelo desordenado, dientes grandes de leche, al igual que cualquier niño de su edad. Psicológicamente es un niño muy inquieto y extrovertido, que tiene una personalidad muy desarrollada para su corta edad.
Consideremos que papelucho era el único personaje principal, por que aunque los demás personajes tienen importancia, no son necesariamente principales.
                                         

PAPELUCHO

Papelucho es capaz de reinterpretar la realidad (o la forma en que los adultos vemos la realidad); le da lógica al pensamiento aparentemente absurdo de un niño, y vuelve absurdo el razonamiento aparentemente sensato de un adulto.
El encuentro violento entre dos formas opuestas de ver el mundo, entre dos órdenes de prioridades contradictorios, es común a los niños de todas las épocas. Siempre los adultos van creando y aprendiendo prácticas culturales que con el tiempo les parecen naturales, debido a la fuerza del hábito; el niño no ha aprendido esos criterios, y aplica otros razonamientos para actuar. En muchas ocasiones, los adultos no son capaces de ver lo que hay de convencional en su propio razonamiento; creen que es sentido común, pero no se trata más que de costumbres. A veces esta discrepancia de razonamientos termina en el castigo.
Hay un episodio en la novela Papelucho, en que el personaje decide ayudar a sus padres a reunir dinero vendiendo algunas cosas de la casa que nadie ocupa: corbatas, carteras, joyas, etc. El razonamiento del personaje es transparentísimo: son objetos inútiles, que solo estorban en la casa, porque nadie los usa; nunca se le pasa por la mente que en una cultura como la nuestra la sola posesión de ciertos objetos (aunque no tengan ninguna utilidad práctica) es considerada valiosa. Por supuesto, el niño termina siendo castigado.
Supongo que una pena transversal a los niños de toda época es ver castigada su espontaneidad con los rígidos moldes de actuar y pensar de una cultura. Papelucho se hace cargo de este enfrentamiento, y lo hace ridiculizándonos a los adultos a veces. Pero los adultos también nos hemos sentido alguna vez como Papelucho, cuando por ejemplo, faltos de habilidades empáticas, tratamos de actuar con otro de la mejor manera que podemos concebir, y el otro interpreta nuestra actitud de la peor forma.
Lo que digo, en resumen, es que las problemáticas que trata Papelucho no son trivialidades; son conflictos relevantes para la vida de un niño, y también para la de un adulto.
                                                       

SUS OBRAS



  • Tiempo, papel y lápiz, 1933.
  • Soy colorina, 1935.
  • Papelucho, 1947.
  • La vuelta de Sebastián, 1950.
  • Papelucho casi huérfano, 1951.
  • Caramelos de luz, 1954.
  • Papelucho historiador, 1955.
  • Papelucho detective, 1956.
  • A pesar de mi tía, 1958.
  • Papelucho en la clínica, 1958.
  • Papelucho perdido, 1962.
  • Papelucho, mi hermana Ji, 1965.
  • Papelucho misionero, 1966.
  • Diario secreto de Papelucho y el marciano, 1968.
  • Papelucho, mi hermano Hippie, 1971.
  • Papelucho en vacaciones, 1971.
  • Cuentos para cantar, 1974.
  • Muselina Pérez Soto, 1974.
  • Papelucho: soy dix leso, 1974.
  • Perico trepa por Chile, 1978.
  • El soldadito rojo, 1981.
  • Los secretos de catita. 1981.
                      

CREA UN NIÑO COMO CUALQUIER OTRO

Cuando Marcela Paz envió Papelucho al concurso de cuentos convocado por la Editorial Rapa Nui, no imaginó que el diario de vida del pequeño Papelucho iba a tener tan buena acogida. Fue publicado en 1947, y permitió a su creadora saltar a la fama. Papelucho es un niño como cualquier otro, con accesos de malhumor y alegría, que se asoma al mundo adulto sin perder una gota de su curiosidad, ingenio y vitalidad.
A esta primera obra siguieron muchas otras, en que Papelucho fue sucesivamente huérfano, hippie, detective, historiador, misionero, enfermo por equivocación, hermano mayor, etcétera. Los diferentes libros sobre Papelucho han sido reeditados una y otra vez en Chile, y traducidos a muchos otros idiomas.
Según la propia autora, escribió las aventuras de Papelucho pensando en lo mucho que había sufrido de niña leyendo Oliver Twist, convencida de que a los niños hay que entretenerlos y educarlos, sin exponerlos a historias tan tristes.


EL COLEGIO PARA CIEGOS DE MARCELA PAZ

La autora de Papelucho fundó la escuela en 1924. “La educación es clave para sacarlos de esa posición de desventaja”, decía. En la actualidad atiende a 170 alumnos con ceguera parcial o total.

La lluvia dejó de caer por unos minutos y la temperatura baja en el patio del colegio. Dentro de las salas la situación es distinta. Los alumnos están abrigados y entusiasmados con lo que explican los profesores. Una joven maestra conversa con cinco niños. Tres de ellos llevan lentes. Los otros pasan sus manos sobre un libro. Al fondo hay algunos bastones apoyados contra la pared. Los cinco pequeños son ciegos.



Todos pertenecen al Colegio Santa Lucía, que la Fundación Luz mantiene en La Cisterna. Su historia partió en 1924, cuando Ester Huneeus -más conocida como Marcela Paz- fundó la primera escuela para no videntes de Latinoamérica en San Miguel. Ayer se cumplieron 27 años desde que la autora de Papelucho falleciera y 50 años desde que la Sociedad Protectora de Ciegos Santa Lucía fuera reconocida como colegio por el Ministerio de Educación.
A partir de 2002, la sociedad -quizás la obra más desconocida de la escritora- pasó a llamarse Fundación Luz, readecuó sus planes y programas de estudio e inauguró, en 2008, un moderno complejo en la calle Fernando Rioja. El establecimiento entrega una educación integral que, como primera meta, busca la autosuficiencia de sus alumnos y reconocerlos como personas capaces de insertarse en la sociedad. Acá el paradigma del “pobre ciego” no existe.

SU OBRA MAS FAMOSA Y RECONOCIMIENTOS.



En el año 1947 nace su obra mas famosa "Papelucho" la que captó la esencia infantil de la época. La Editorial Rapa Nui, organizó un concurso en el cual fue presentada la obra.
El nombre de Papelucho surgió del apodo que tenía su esposo "Pepe Lucho". Su hermana Yolanda Huneeus fue la creadora de la apariencia del querido Papelucho.


Entre los años 1964 y 1967 Marcela dirigió la Asociación Internacional del Libro Juvenil. Es ahí donde conoció a quien fue su gran amiga Alicia Morel co-escritora de Perico Trepa por Chile.
En 1968 recibió el Diploma de Honor Hans Christian Andersen. 
El año 1979 recibió la Medalla de Oro del Instituto Cultural de Providencia.
En 1981 fue galardonada con el Diploma de Honor de la Municipalidad de Santiago.
En 1982 gano el Premio Nacional de Literatura, también fue premiada con el primer premio Concurso Obras Infantiles para la Televisión.

SU VIDA Y SU OBRA



Una vez que Ester Huneeus vuelve a Chile. Apareció tímidamente en revistas como Lectura, Ecran, Zig-Zag, Peneca, Eva y Margarita. Escribió en el diario La Tercera, La Nación, El Mercurio y El Diario Ilustrado. Fue ahí donde comenzó a usar el seudónimo que la dio a conocer mundialmente como Marcela Paz. Anteriormente utilizó otro tipo de seudónimos como por ejemplo: Lukim Retse, Juanita Godoy, P. Neka y Paula de la Sierra.
En el año 1933 publicó su primer libro titulado: Tiempo, papel y lápiz siendo acogida por la critica. 
En 1935 llevó a cabo un plan que no estaba en sus proyectos, casarse con José Luis Claro, ingeniero civil que lo conocía desde pequeña. Se casaron en Pirque el 30 de marzo.
Fue madre de 4 niños y 2 niñas.
Su atracción por el dibujo la llevo a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. De vocación cristiana, a comienzos de la década de 1920 inició sus trabajos cristianos y humanitarios en la Fundación Sociedad de Ciegos Santa Lucia, de la que fue secretaria entre los años 1923 y 1950. 



LA INFANCIA DE MARCELA PAZ

Ester Huneeus Salas nació el 28 de febrero de 1902 en Santiago. Marcela escribió en una carta que había nacido en el 29 de febrero de 1903 pero analizando la posibilidad ello sería imposible debido a que ese año no fue bisiesto.
De una familia acomodada, es la segunda de 8 hermanos, hija de Francisco Huneeus Gana y de María Teresa Salas Subercaseaux. Fue una niña solitaria y con mucha imaginación lo que se acrecentó con la muerte de su hermana mayor Anita. Nunca fue a la escuela solo fue educada en  su hogar por institutrices, y debido a ello jamás tuvo amigos.
En el año 1929 viajo a París, donde por unos meses hizo cursos de artes plásticas.